lunes, 9 de noviembre de 2009

UNA META CONTIGO

Sí, tengo una meta a la que deseo llegar contigo. No sé cuándo llegaré a ella porque no hay prisa pero tengo seguro que llegaré...
Me doy cuenta de que he cambiado... mucho... y todo gracias a ti. Mis malos impulsos ya no son los mismos... los tengo, no te voy a engañar. Suelto por la boca que me cago en todo y cuando ésto lo voy a llevar a cabo, me freno y pienso... "¿en serio quieres cagarla y tirar estos nueve meses, que se resumen en uno, por la borda?" Entonces respiro hondo, pienso en nuestro fin de semana tan maravillo, en todo lo que me hiciste sentir y sonrío. Mi mala leche se vuelve dulce, fluye por mi corazón y aparece la dulzura con la que he de tratarte, con la que mereces que te trate...
Estoy orgullosa de que nuestra relación se base, sobre todo, en el respeto. Alucino cuando, en vez de discutir y armarnos la bronca del siglo, nos escuchamos mutuamente y hablamos con serenidad, sin levantarnos la voz, comprendiéndonos la una a la otra...
Contigo he encontrado la estabilidad que necesitaba y juntas, cogidas de la mano y al mismo paso, alcanzaremos esa meta que tanta ilusión nos hace...